¿Eres proactivo en tu enfoque al cuidado del agua y sus niveles químicos? o ¿eres más bien reactivo?

Con base a los distintos tipos (y cantidades) de productos disponibles en el mercado, es muy claro que la mayoría de las personas son reactivas. De acuerdo al Dr. Charles Bens, menos del 10% del presupuesto destinado al cuidado de la salud se utiliza para tomar medidas proactivas... lo cual significa que más del 90% de dicho presupuesto se utiliza en atender a las enfermedades y padecimientos que estas presentan. En otras palabras, más del 90% de la industria de la salud se dedica a tratar síntomas y consecuencias en vez de prevenirlas. Curiosamente, podríamos aplicar el mismo razonamiento en la industria de las piscinas.

Siempre es más eficaz en cuanto a costos el prevenir un problema, que tratar de arreglarlo una vez que se presenta. Hay un viejo dicho que dice que “Un gramo de prevención pesa más que un kilo de remedios”, ¿cierto?

Orenda fue fundada con una filosofía a favor del minimalismo y la proactividad en el cuidado del agua. Hemos refinado nuestro mensaje y su enfoque a través de Los Cuatro Pilares del Cuidado Proactivo del Agua.

Los Cuatro Pilares del Cuidado Proactivo del Agua

Desde una perspectiva basada en el cuidado del agua, existen cuatro aspectos fundamentales en los que debemos enfocarnos. Al dominar uno solo de estos cuatro aspectos, los valores químicos del agua automáticamente serán más manejables en comparación con tecincas antiguas. Los cuatro pilares del cuidado del agua para Orenda son:

1. Balanceo del ISL y el Manejo del Calcio

2. Manejo de los desechos orgánicos / Carbones

3. Eliminación de Fosfatos

4. Minimizar el Ácido Cianúrico o Estabilizador

Este artículo solamente aplica como una introducción a cada concepto, nosotros te recomendamos que leas los artículos que aquí citaremos, para obtener información más a fondo en el tema.

1. Balanceo del ISL y el Manejo del Calcio

Es muy importante entender cómo reacciona el calcio con el agua. Empecemos por desmentir uno de los mitos de la industria de las piscinas: El calcio no es nuestro enemigo! De hecho, puede ser tu mejor aliado! Así es. El calcio puede llegar a hacer cosas increíbles con los niveles químicos del agua, ayudándonos a balancear el ISL de manera correcta. El ISL (Índice de Saturación de Langelier) es una medida de la saturación del Carbonato de Calcio (CaCO3) en el agua. Demasiado alto (un ISL mayor a +0.30) puede provocar que el calcio se salga de solución a manera de sarro; por otra parte, si es demasiado bajo (un ISL menor a -0.30) significa que el agua será corrosiva puesto que estará buscando calcio para poder consumirlo. Esta es la causa de la corrosión tanto de las superficies como el equipo de la piscina, entre otros problemas.

Cuando el calcio de una piscina se encuentra correctamente balanceado, los demás factores o componentes de la química del agua se vuelven sorprendentemente fáciles de manejar. Elementos como el pH y la alcalinidad total suelen mostrarse más consistentes.

Te recomendamos que leas nuestros otros artículos sobre el manejo del calcio y el ISL. Entender cómo funciona el calcio nos permite predecirlo y controlarlo. Dile adiós al sarro y a la corrosión!

2. Manejo de Desechos Orgánicos

Desechos de los usuarios, desechos orgánicos no vivos, mugre compuesta a base de carbono, grasa corporal. Las personas utilizamos diferentes nombres y términos para referirnos a los desechos orgánicos que se encuentran en el agua, sin embargo, no importa como le llamemos, si no saber cómo manejarlo.

Si no haces nada para controlarlo, el mismo cloro va a tratar de oxidar los agentes orgánicos para sacarlos del agua, lo cual es bueno, el problema es que el cloro no es el mejor oxidante de orgánicos puesto que no es muy eficiente.
El cloro es un excelente sanitizador y desinfectante, sin embargo el 80% de su trabajo en las piscinas es la oxidación de desechos orgánicos. ¿Acaso no es una locura? Es como tener en tu compañía a un agente de ventas excelente, y mantenerlo todo el dia dentro de una oficina trabajando en papeleo y contaduría.

En Orenda, sabemos que ser proactivo en cuanto al manejo de los desechos de los usuarios es esencial para mantener la calidad del agua y la eficiencia de los desinfectantes. Así que usamos
enzimas para desintegrar los compuestos orgánicos no vivos y después consumirlos. Las enzimas se encargan del trabajo duro para que el cloro pueda enfocarse en hacer lo que hace mejor: desinfectar.

3. Eliminación de fosfatos.

Los fosfatos son uno de los muchos micronutrientes esenciales. Otros micronutrientes esenciales que pueden ser encontrados en el agua de las piscinas incluyen nitratos (entre otros compuestos de nitrógeno) y nutrientes compuestos a base de carbono. Sin embargo, los fosfatos durante la década pasada parecían haber salido de la nada. ¿Por qué? En la mayoría del país las prácticas del tratamiento del agua incluyen la aplicación de un sequestante a base de fosfatos en el agua. Este compuesto ayuda a proteger la infraestructura del sarro y la corrosión, pero provoca la presencia de más fosfatos en el agua de la llave. De por si el agua tiende a tener altos niveles de fosfatos, además de que estos pueden introducirse en el agua de manera fácil por condiciones climáticas y otros elementos que rodean la piscina. Remover los fosfatos puede ayudar a mejorar de manera muy significativa la calidad del agua y la eficiencia de los desinfectantes en el proceso.

4. Ácido Cianúrico Mínimo

Con todo lo que hemos aprendido sobre el estabilizador (Ácido Cianúrico, o CYA), no es sorpresa que debemos mantenerlo siempre en un nivel mínimo en el agua. Un nivel mínimo de CYA nos brinda una protección tremenda de los rayos del sol para el cloro. La sobre-estabilización, como ya hemos comprobado, es un problema en creciente.

La desinfección y oxidación se ven tan afectadas como las medidas de las pruebas del agua. Con altos niveles de estabilizador (es decir, más de 50 ppm), mantener un nivel de residuos del cloro se vuelve prácticamente imposible.